Historia

La Dirección de Servicios de Información Administrativa (DSIA) nace el 18 de septiembre del año 2000 por Resolución

Nº 1526

del Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes (ver Anexos) La iniciativa de su creación corresponde al equipo rectoral, conducido por el Rector, Profesor Genry Vargas Contreras. En el acto de creación de la DSIA, el Consejo Universitario resuelve nombrar una Comisión Directiva, con el objetivo de discutir y proponer al cuerpo una estructura organizativa que sirva de base para el cumplimiento de la misión de esta novel Dirección. Este documento es el producto del trabajo coordinado de la Comisión Directiva y contiene aportes fundamentales de los propios trabajadores de la Dirección, quienes han sido activos participantes en el debate de las ideas que hoy recogemos y presentamos a la comunidad universitaria.

La Dirección de Servicios de Información Administrativa fusiona y suprime cuatro dependencias dedicadas al quehacer informático en la Administración Universitaria, a saber: el Consejo de Sistematización Administrativa (CSA), la Oficina de Estadística, Informática y Control (Informática), el Centro Electrónico de Computación (CEDEC) y la Dirección de Organización y Sistemas (DOyS).

El crecimiento de la Universidad y la importancia de utilizar eficientemente sus recursos crearon la necesidad de sistematizar los servicios administrativos y desarrollar sistemas de información. Para estudiar la forma de cumplir con estos objetivos, las autoridades universitarias nombraron diferentes comisiones cuyos trabajos se materializaron en proyectos. Así nacieron, en orden cronológico, CEDEC, Informática y DOyS. Estas dependencias universitarias afrontaron desde perspectivas diferentes el problema de la organización del trabajo y la sistematización de los procesos administrativos, tratando de incorporar hasta donde la tecnología lo permitía, ingredientes de automatización y control de los flujos de información. Ejemplos de ello son el Sistema de Control Presupuestario, el Sistema de Contabilidad, los Manuales de Organización de las Unidades de Apoyo Administrativo, el Web Site de la ULA, entre otros. Han habido innegables éxitos en este campo que incluso colocaron a la Universidad de Los Andes en posición de privilegio frente al resto de las instituciones de su tipo en épocas pasadas.

Sin embargo, a pesar de los éxitos, no había justificación para la permanencia de tantas direcciones. Esto condujo a duplicar funciones, recursos y a una débil coordinación de los esfuerzos en los distintos proyectos de sistematización. Nace entonces el CSA cuyo propósito era coordinar la actividad de estas tres dependencias y darle coherencia y efectividad al manejo del problema informático y la sistematización administrativa. Lamentablemente, el CSA es absorbido al poco tiempo por la rutina y, lejos de coordinar acciones o políticas y profundizar en el problema, termina siendo sólo un ente de apoyo para las adquisiciones de infraestructura tecnológica necesarias.

Así llega el momento presente, con cuatro “Direcciones” y cuatro “Directores”, cada una(o) con sus propias metas y objetivos, con muy poca coordinación interna, con gran diversidad de criterios y enfoques que se traducen en el solapamiento de funciones y en la dilapidación de recursos, sin que las ansiadas soluciones lleguen a feliz término. No viene al caso repasar los errores cometidos, sin que esto signifique olvidarlos. La cuestión es que la supresión de estas cuatro dependencias para dar paso a la nueva DSIA es un avance trascendental. Se trata de un cambio cualitativo que denota la madurez institucional alcanzada por la Universidad de Los Andes y que, estamos seguros, incidirá positivamente en su capacidad para enfrentar los retos que le depara el futuro.