La docencia, la investigación y la extensión son las actividades básicas de las Universidades e Instituciones de Educación Superior (U-IES). Cuando una institución lograr articularlas efectivamente, la calidad académica es una consecuencia natural, por lo que reafirma sus potencialidades y, cumple entonces, con las exigencias de pertinencia, equidad y acceso. Ahora bien, las U- IES como todas las organizaciones, puede tener áreas con mayores fortalezas que otras, y es en éstas que debe hacer énfasis, generando mecanismos de apoyo interinstitucional con otras U-IES, a través de recursos tales como: proyectos de investigación conjuntos, currículos flexibles que permitan la acreditación, equivalencias y la movilidad estudiantil, motivar la movilidad profesoral, la creación de redes, entre otros; todos éstos recursos soportados en una herramienta legal como lo son los convenios de cooperación. En un principio, estos convenios de cooperación se hicieron con distintas UIES, centros e institutos de investigación y organizaciones públicas o privadas (con o sin fines de lucro) nacionales o locales; pero con la globalización, como fenómeno económico y cultural, esta necesaria interrelación entre las U-IES y otras entidades ha traspasado las fronteras de los países y genera en la educación superior, los procesos de internacionalización.
El proceso de internacionalización, en el marco educativo, ha sido entendido de diferentes maneras. Para algunos investigadores se refiere a la posibilidad de movilidad entre los países de los miembros de la comunidad académica; para otros como la respuesta a la globalización, otros como la transmisión de conocimiento desde y hacia otros países, con la oferta de seminarios o actividades donde se puntualice alguna actividad internacional y otros como un indicador curricular.