El pasado 5 de agosto, el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes, Cdchta, arribó a sus 58 años, cargados de retos y nostalgia por los tiempos pasados que hicieron posible su sostenibilidad actual, a pesar de la dura crisis que atraviesan las universidades autónomas nacionales.
La institucionalización de la labor de investigación en la Universidad de Los Andes, inicia precisamente con la aprobación del primer reglamento del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico en agosto de 1965 como se llamaba para el momento en la Ley de Universidades, entrando con mayor fuerza en 1972, durante el vicerrectorado del Doctor Rafael Chueco Poggioli, primer Vicerrector Académico electo, después de la reforma a la Ley de Universidades de 1970.
Con la institucionalización de la investigación comienzan a generarse las normativas y políticas que orientarían lo que es la política de investigación de la Universidad de Los Andes, pero no sólo eso, sino también la creación de grupos, centros e institutos de investigación, muchos de ellos aún en funcionamiento gracias a las fortalezas construidas por décadas. El Reglamento vigente del CDCHTA fue aprobado en 1984, durante la gestión rectoral de José Mendoza Ángulo, siendo Vicerrector Académico el Doctor Alfonso Osuna Ceballos y Coordinador General del CDCHTA el Doctor Luis Hernández. Con ese Reglamento se han establecido un conjunto de normas, y decisiones del Directorio que permitieron el aumento de los Grupos de investigación, del número de investigadores y de programas de fomento a la investigación, lo que posibilitó un incremento sustancial de la productividad científica y el reconocimiento nacional e internacional de la ULA como una universidad fuerte en investigación. A pesar de la crisis, este reconocimiento se mantiene y así lo muestra la ubicación de la ULA entre las mejores 100 universidades de América Latina y el Caribe.
Parte del balance positivo realizado por el profesor e investigador Alejandro Gutiérrez Socorro, Coordinador General del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes, Cdchta, se centra en esas fortalezas construidas por los investigadores y que han permitido la subsistencia de redes académicas en la institución.
Para Gutiérrez, el fomento de un programa de publicaciones como el del Cdchta, es uno de los aspectos a destacar, pese a la crisis y al momento oscuro que atraviesa la universidad, existen 53 títulos de revistas con periodicidad, indexadas, sometidas a la evaluación externa, de esas, 16 se encuentran en los mejores índices de revistas que existen, como lo son Scopus y Web of Science, mientras que la actividad se sigue desarrollando, hoy con algunos recursos que aportan los editores, donantes y postgrados que generan ingresos propios.
Las publicaciones que aún se mantienen arrojan una importante lectura, esos 53 títulos publican al año un promedio de mil artículos científicos, de los cuales un 40% son realizados por investigadores de la Universidad de Los Andes, que no sólo publican en revistas ULA, por lo que se podría hablar de la producción de unos 300 a 400 artículos al año a lo que se debe agregar los artículos y publicaciones en Revistas nacionales e internacionales que no son de la ULA, Libros y capítulos de libros. Por otro lado, los 400 egresados de postgrado deben realizar investigación para poder obtener el postgrado (tesis, memorias de grado) y en el pregrado algunas carreras exigen la realización de tesis de pregrado que también representan investigación. Estamos en un momento difícil, pero la investigación no está en cero.
En este sentido, Gutiérrez explica que con una producción científica de este tamaño no puede hablarse que la investigación en la Universidad de Los Andes está en cero.
¿Investigación científica en 0?
Con una producción científica como la que se evidencia en las publicaciones, tanto en la Universidad de Los Andes como en otras plataformas académicas, se comprueba que se continúa investigando, pero no en igual volumen como en el pasado, claro está.
Gutiérrez sabe de primera mano como investigador que la situación de la investigación está siendo seriamente afectada por la crisis, el desmantelamiento de los laboratorios, la obsolescencia de algunos importantes espacios de investigación científica y la renuncia o jubilación de reconocidos investigadores, generadores de conocimientos académicos. Las áreas más afectadas son las científico tecnológicas.
Sin embargo, el Coordinador General, también hace reconocimiento a esos centros de investigación que se mantienen, a los investigadores de reconocida trayectoria que persisten en sus ideas de investigación, a quienes aún apuestan por la creación de grupos en la actualidad, para quienes el reto es continuar apostando por su labor que es parte importante de sus vidas.
“Algunos investigadores con mucho espíritu y con fortaleza, líderes de sus grupos de investigación han iniciado trabajos en redes, que es una tendencia del presente y que tiene que fortalecerse en el futuro con alianzas con grupos de investigación de otras universidades, algunas de América Latina y Europa, algunos de nuestros aliados son líderes en otras universidades y son egresados de la ULA, de los postgrados. No estamos en la situación equivalente a nuestros mejores años porque estamos sorteando la peor de las crisis, pero no estamos en cero (0) porque la ULA construyó fortalezas en el pasado, aunque muchas de esas fortalezas ya no existen, algunas permanecen”, reflexiona el investigador acerca de la forma en que los investigadores intentan sortear los duros retos que se les presentan.
Muestras de compromiso
Las dificultades no han hecho cesar el ánimo de muchos investigadores, la prueba está en su participación en convocatorias realizadas por el Cdchta como el Programa de Estímulo al Investigador (PEI) y el de Apoyo Directo a Grupos de Investigación (ADG), donde se han certificado un importante número de investigadores en sus más recientes convocatorias. En todos estos años se han mantenido las convocatorias del PEI y del ADG ULA, desde el CDCHTA.
“A pesar de esas dificultades, hoy en día el Cdchta, aún sin otorgar financiamiento sigue siendo un sitio de encuentro, un sitio al que los investigadores vienen a plantear sus solicitudes de diferente índole y aunque parezca mentira todavía se siguen creando nuevos grupos de investigación, se han presentado nuevos proyectos de revistas científicas, se recuperan y se mantienen las publicaciones. Mantenemos los programas de reconocimiento, como son el PEI y el ADG, que datan de los años 90. Esos programas ya no son de estímulo financiero, porque no hay recursos económicos, pero los investigadores siguen participando por su acreditación. Tenemos 82 grupos certificados y 952 investigadores certificados”, especificó Gutiérrez.
Actualmente se están haciendo las evaluaciones de la convocatoria 2023 del PEI, la cual nos permitirá saber cuántos investigadores certificados tenemos en la ULA
Otro aspecto positivo resaltado por el Coordinador General del Cdchta, que está muy vinculada a la investigación universitaria son los postgrados y en este sentido, plantea la forma como se han fortalecido algunos postgrados para su internacionalización, que no solo tiene que ver con el ingreso de recursos financieros sino también con la exportación de las potencialidades académicas, muestras de la excelencia académica ulandina. Debe recordarse que los profesores de postgrados son en su mayor parte investigadores que se mantienen activos y dirigen tesis.
“La investigación está muy integrada al área de postgrados, porque los profesores de postgrado son los investigadores, los postgrados han tomado vida en esta crisis porque afortunadamente han ido fortaleciéndose con el programa de internacionalización, lo que permite el ingreso de recursos en moneda extranjera y por ende que se den incentivos monetarios a sus profesores, es por ello que algunas revistas universitarias reciben recursos de esta vía”, explicó Gutiérrez en este sentido.
Para quien dirige unos de las áreas más importantes en toda casa de estudios, como lo es la investigación, “el futuro de la investigación científica del país es incierto y es imposible que tenga un futuro prometedor mientras se mantenga esta situación. Se trata de la imperiosa necesidad de reformas y no sólo a nivel de las políticas y de cambios políticos sino también de cambios a lo interno de las universidades. En medio de la crisis las universidades han tratado de resistir y muchos universitarios han tratado de mantenerse activos. Creo con firmeza, que los CDCHT del país deberán ser reformados en sus objetivos, en sus atribuciones, en la forma de fomentar y gestionar la investigación, dadas las nuevas realidades del país y de la globalización de la investigación científica”.
Gutiérrez señala además que “con seguridad vamos a tener un proceso de elección, vendrán nuevos representantes ante el CU, vendrán nuevos directores y coordinadores, mi máximo anhelo es que oigan a la comunidad universitaria, en el caso específico de la investigación, oigan a los investigadores, quienes saben y conocen cuál es la realidad de la universidad. Esta universidad tiene más de 200 años, ha acumulado fortalezas que se han ido perdiendo, tiene que corregir lo que está mal, pero potenciar lo que sí funciona, debe dejarse atrás el pasado y concentrarse en el futuro”.
En este sentido y para cerrar, expresó su agradecimiento “a la comunidad universitaria que sigue reconociendo el trabajo del CDCHTA, a las autoridades y al Consejo Universitario que en todo momento han apoyado las iniciativas que se han planteado desde el CDCHTA, pero por sobre todo quiero expresar mi profundo agradecimiento y reconocimiento al personal que labra en el CDCHTA. Son personas con un espíritu universitario a toda prueba y son incondicionales en su respaldo a la ULA. De ellos he aprendido mucho y les expreso mi respeto y admiración. Ellos hacen posible el trabajo cotidiano y están siempre dispuestos a atender a los usuarios. Ellos contribuyen a que se mantenga la buena imagen de la dependencia”.
Grandes retos
- Lograr incentivar a los jóvenes para que hagan carrera académica en las universidades, para formar generación de relevo, lo que pasa por mejorar las condiciones laborales en las casas de estudios.
- Mejoramiento de las condiciones económicas y salariales de los profesores en general y de los investigadores noveles. Se requiere con urgencia una generación de relevo.
- Mejorar las condiciones del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología en Venezuela.
- Dotación y actualización de los laboratorios y centros de investigación científica, lo que pasa a su vez por el financiamiento nacional e internacional, por la solidaridad, y por mejorar las condiciones de seguridad de las instalaciones universitarias.
- En líneas generales se ha convertido en todo un reto el mantenimiento de la investigación en las universidades, debido a la ausencia de financiamiento a lo interno, a la emigración, la renuncia y perdida de investigadores y la ausencia de una generación de relevo.