Un 21 de septiembre de 1810, la Junta Gubernativa de Mérida dio los primeros pasos independentista y libertarios para crear la Real Universidad San Buenaventura de Mérida de Los Caballeros, como ente separado del seminario, aun cuando seguía funcionando en el mismo edificio el seminario y el rector de la universidad era el mismo rector del seminario, al respecto el rector de la Unievrsidad de Los Andes, Mario Bonucci dijo que: “fue una experiencia que duró aproximadamente seis meses, pero que constituye un hito muy importante en la historia de la Universidad de Los Andes, esto no desmerece ni obvia que nosotros seguimos celebrando el 29 de marzo de 1785, como el día de la creación de la casa de estudio que dio origen a este hermoso proyecto que se llama Universidad de Los Andes”.
Ese año de 1810 nació una universidad en el contexto del inicio del proceso emancipador merideño y venezolano, destacando el hecho de que el primer acto político de aquella Junta, después de independizar a Mérida tanto de Maracaibo como de España el 16 de septiembre de 1810, fue la autorización de que la Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros iniciara sus actividades con la ampliación de las gracias conferidas por Carlos IV al Colegio Seminario, con los mismos privilegios de la Universidad de Caracas para otorgar los grados en Filosofía, Medicina, Derecho Civil, Derecho Canónico y Teología, el arreglo de sus Constituciones siguiendo los Caracas, la incorporación como catedráticos de los Doctores, Licenciados y Bachilleres de cualquiera de las Universidades de España y América residentes en el territorio
del Obispado de Mérida, la posibilidad de que cuando existieran las condiciones se instituyeran las Cátedras de Anatomía, Matemáticas, Historia Eclesiástica, Concilio, Lugares Teológicos y Sagrada Escritura. De igual manera, la Junta disponía que el Obispo fuera el Rector nato de la nueva Universidad, quien lo delegó en el Rector del Seminario, que entonces lo era Buenaventura Arias, con la asignación de la tarea de redactar las Constituciones y en tanto ello ocurría la Universidad funcionaría con el orden y método que existía en el Colegio Seminario.
Doce miembros de la Junta Patriótica de Mérida así lo decidieron. Seis civiles, gente de la élite merideña vinculada a cargos de la administración colonial local y a funciones militares, en su mayoría propietarios urbanos y rurales. Seis eclesiásticos que ocupaban distintas posiciones de la Iglesia merideña, tres de los cuales eran catedráticos del Seminario. Ellos fueron: Antonio Ignacio Rodríguez Picón, Juan Antonio Paredes, Vicente Campo Elías, Blas Ignacio Dávila, Fermín Ruiz Valero, José Lorenzo Aranguren, Mariano de Talavera y Garcés, Francisco Antonio Uzcátegui, Buenaventura Arias, Antonio María Briceño y Altuve, Enrique Manzaneda y Salas, y Fray Agustín Ortíz. Solamente dieciocho meses de funcionamiento tuvo el nuevo instituto universitario, pues el terremoto del 26 de marzo de 1812 y el recrudecimiento de la guerra de independencia impidieron que se pusieran en práctica aquellas y otras disposiciones de la Junta Superior Gubernativa. Transcurrirían veinte años para que Mérida volviera a contar con su Universidad, ello por decisión del gobierno de José Antonio Páez que autorizó su restablecimiento sin nuevo decreto en1832./Prensa ULA