En encuentro realizado la mañana de este lunes 8 de enero de 2018 entre directores de dependencias centrales y el rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, se desarrolló un temario de situaciones que aquejan hoy día al país y a la comunidad universitaria trabajadora, docente y estudiantil.
La crisis del transporte urbano y sus altas tarifas, los mermados salarios, muy alejados del avance inflacionario, el acceso a productos alimenticios, el servicio de la salud, la inseguridad, la diáspora, entre otros, ocuparon las reflexiones de este encuentro.
Uno de los aspectos que más destacó el rector como una de sus grandes preocupaciones fue el grave problema del trasporte y su galopante tarifa, el evidente declive de este servicio público, frente al ínfimo poder adquisitivo salarial de los trabajadores universitarios y resto de la ciudadanía.
Esta situación ha generado en los trabajadores universitarios un estado de angustia ante las imposibilidades del cumplimiento de la jornada laboral, sobre todo en esa gran cantidad de trabajadores cuyas residencias están asentadas en Lagunillas, Ejido y Tabay, cuyo sueldo se les consumiría prácticamente en solo pagar pasajes.
En este sentido, y para dar una salida humana a esta situación, el rector manifestó que días atrás ya había solicitado a la Consultoría Jurídica de la ULA la estructuración de una propuesta de horario de trabajo blindado, justo y práctico, acorde con las realidades de las distintas dependencias.
Lo cierto es que, por principio básico, las 7 horas de trabajo se deben cumplir y cada jefe de dependencia valorará las realidades a lo interno. El rector expuso ante los directores presentes que el horario se plantearía de 8 de la mañana a 4 de la tarde. Dado que muchas dependencias tienen peculiaridades en el desempeño laboral de sus trabajadores, es relevante aclarar que el cumplimiento de la jornada ha de ser con no más de 5 horas continuas, su hora de descanso para el sustento alimentario y la continuidad para completar las 7 horas establecidas.
“Esta dura realidad no la generó la universidad, no es nuestra culpa, es absoluta responsabilidad del gobierno y sus repetidas políticas erradas. Por eso estamos de lado de nuestra sufrida gente ante tan desesperante situación. Todos estamos severamente afectados, ulandinos y merideños. Acá no valen los aumentos salariales de cada mes, pues no se ataca el problema de fondo en materia económica. Lo cierto es que estamos frente a un colapso humanitario nacional y no sabemos cómo se van a manifestar las consecuencias que por demás, son impredecibles”, aseveró.
Ya la tarde de este lunes 8 de enero, y para dar continuidad a la ruta propuesta por el rector, fueron abordados los aspectos del cumplimiento de la jornada de trabajo con la Consultoría Jurídica. Se conoció que, algunos jefes de dependencias -esta misma tarde de lunes- se acercaron a sus trabajadores para extenderles las palabras y propuestas del rector sobre el caso lo que generó ambiente de alivio y tranquilidad. La buena nueva -no oficial aún- debe ser llevada a aprobación del Consejo Universitario. El caso es que algunos detalles de este encuentro preliminar, trascendieron por redes sociales de cuentas de algunos universitarios y pudo ser interpretada como propuestas propias de los difusores. No obstante, lo que en positivo se apreció es que esta difusión vía whatsapp, ratificó que existe sintonía con la propuesta planteada por el rector.