En 1958 Mariano Picón Salas dijo en un discurso que la historia de Mérida se asociaba indisolublemente a la historia de la Universidad de Los Andes, y que esta institución constituía el hecho histórico más significativo de la ciudad en el tiempo. Atendiendo a tan relevantes señalamientos, cabe afirmar que desde el establecimiento de la ULA, el 21 de septiembre de 1810 por la Junta Superior Gubernativa de Mérida, ha existido una estrecha relación entre este centro educativo y la ciudad que en los albores del proceso emancipador le dio definitiva fundación. Ello se ha expresado en encuentros y desencuentros, acuerdos y confrontaciones, rechazo y aceptación, amor y odio; pero al fin y al cabo formando parte de un proceso histórico que debe comenzar a desentrañarse de manera rigurosa, científica, en sus más variados aspectos, particularmente en lo que a la Universidad se refiere en cuanto a sus diferentes funciones y su proyección a nivel local, regional y nacional.
Es a partir de esta consideración que hemos venido incursionando en la historia de la Universidad de Los Andes desde hace veinte años a través de distintas actividades: una cátedra para estudiar y enseñar su historia; el rescate y conservación de su memoria histórica (Archivo Histórico); dirección de trabajos de pre y postgrado en la Escuela de Historia; investigaciones específicas; publicación de éstas en libros, artículos de revistas o ponencias en eventos nacionales e internacionales; organización actividades académicas (Lecciones de Historia Universitaria) y asesoramiento a autoridades y dependencias universitarias. Sin embargo, es mucho lo que falta por hacer, tanto de nuestra parte como de otros historiadores y estudiosos que se han interesado en el devenir ulandino.
Hasta ahora se han abordado los siguientes aspectos: fecha de fundación de la universidad; rescate y divulgación de una extensa historiografía; registro del acontecer universitario en la prensa, revistas y boletines de la ciudad; ingreso de estudiantes de otros estados; intervención del Ejecutivo Nacional en la realidad universitaria; protestas de estudiantes y profesores, así como sanciones por determinadas desviaciones en la institución; transformaciones curriculares; dependencias universitarias; inventario de sus publicaciones periódicas; incorporación de profesores extranjeros; gestiones de algunos rectores; intervención de los universitarios en política local y nacional.
En fin, un volumen considerable de estudios que han ampliado la limitada visión de los pioneros en el estudio histórico general de la Universidad de Los Andes: Juan Nepomuceno Pagés Monsant, Roberto Albornoz Berti, Eloi Chalbaud Cardona y Carlos Chalbaud Zerpa, a los que se une un número considerable de artículos, capítulos, discursos y libros que han tratado aspectos específicos o generales del acontecer universitario de sus dos siglos de existencia. Así, nuestra labor de rescate, investigación, divulgación y promoción de la historia de la Universidad de Los Andes ha estimulado la preocupación de otros universitarios por ésta. Unos para adversar nuestros señalamientos acerca del hecho fundacional de la universidad dentro de la fantasía y la invención. Otros para abordar de manera rigurosa nuevos aspectos, cuando no los trajinados temas sin aportes sustantivos. De todo ello hablaremos en futuros artículos.
por: Alí Enrique López Bohórquez – Portal Web: http://prensa.ula.ve