JOSÉ HUMBERTO QUINTERO. RESEÑA BIOGRÁFICA

Pedro María Molina Márquez
Coordinador

José Humberto Quintero Parra nació en Santa Lucía de Mucuchíes, Distrito Rangel del estado Mérida, el 22 de septiembre de 1902. Hijo de Genaro Quintero Dávila, natural de Pueblo Llano, y de Perpetua Parra Parra, natural de Mucuchíes. Sus primeros estudios los hizo en su pueblo natal. Vino luego a Mérida e ingresó en el Seminario de San Buenaventura regido entonces por el Pbro. Enrique María Dubuc. Continuó la formación sacerdotal en la Universidad Gregoriana de Roma donde obtuvo el doctorado en Sagrada Teología en 1926. Regresó a Mérida y el 22 de agosto de ese año recibió la ordenación de manos del Nuncio Apostólico Monseñor Felipe Cortesi. Volvió a Roma y culminó sus estudios de Derecho Canónico doctorándose Summa cumlaude en 1928.

Inicia su ministerio sacerdotal el 8 de septiembre de 1928 como Vicario Cooperador del Pbro. Apolinar Granados en Santa Cruz de Mora del estado Mérida. Luego el arzobispo Acacio Chacón lo designa como su Secretario de Cámara y Gobierno y maestro de ceremonias de la catedral. En 1946 reorganiza y asume, con el rango de Teniente Coronel, la Dirección del Servicio de Capellanías de las Fuerzas Armadas, función que ejerce durante un año. El 6 de diciembre de 1953 es consagrado en Roma como Arzobispo titular de Acrida, coadjutor, con derecho a sucesión del arzobispo de Mérida Acacio Chacón Guerra.

El 31 de agosto de 1960 es nombrado Arzobispo de Caracas al fallecer el titular de este cargo Mons. Rafael Arias Blanco. Cinco meses después, el 16 de enero de 1961, es elevado al rango cardenalicio por el papa Juan XXIII, con los títulos de San Andrés Apóstol y San Gregorio del Monte Celio, constituyéndose en el primer purpurado en la historia de la Iglesia venezolana.

La labor episcopal del Cardenal José Humberto Quintero fue importante y decisiva en la historia de la Iglesia venezolana del siglo XX. Destaca su lucha incansable por liberarla del pesado grillete que significaba la Ley de Patronato Eclesiástico, promulgada el 22 de julio de 1824 por el Congreso grancolombiano, la cual mantenía a la Iglesia en situación de dependencia y sujeción respecto del Estado. (Esta ley provenía de muy antiguo, allá por 1508, y tenía como antecedente el patronato regio, privilegio concedido por el Papa Julio II al rey de España para ejercer poder y autoridad sobre la Iglesia en América). La culminación de este esfuerzo del Cardenal Quintero se concretó el 7 de marzo de 1964 con la firma del Concordato o Modus vivendi entre el Vaticano y el gobierno venezolano –presidido entonces por Rómulo Betancourt–, con lo cual quedó derogada aquella ley1. Concluía así una lucha de más de un siglo en la cual estuvieron comprometidos destacados sacerdotes como Ramón Ignacio Méndez, Silvestre Guevara y Lira y Salvador Montes de Oca, quienes pagaron sus aspiraciones con el destierro.

En octubre de 1972 el Cardenal José Humberto Quintero se separa del gobierno de la arquidiócesis, aunque conserva el título de Arzobispo de Caracas; pasa a suplirlo en esa función Mons. José Alí Lebrún, como administrador apostólico y coadjutor. Repetidas veces el Cardenal presenta su renuncia ante el Sumo Pontífice, hasta que finalmente, el 24 de mayo de 1980, Pablo VI la acepta, dejándole su título residencial y su curul en el Senado Pontificio.

José Humberto Quintero fue el duodécimo arzobispo de Caracas. Ejerció además la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, fue miembro de la Sagrada Congregación para la Causa de los Cantos y del Secretariado para la Unión de los Cristianos. Después de su separación del gobierno de la Arquidiócesis de Caracas y pese a sus quebrantos de salud, continuó su incansable labor intelectual, plasmada en discursos, sermones, conferencias, ensayos históricos y diversos escritos, algunos de ellos en latín e italiano, cuyos títulos sería largo enumerar aquí.

En 1961 José Humberto Quintero fue elegido Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua y de la Academia Nacional de la Historia. También fue Miembro Honorario del Centro de Historia del Estado Trujillo. El domingo 8 de julio de 1984 falleció en Caracas, a los 82 años de edad.