Caracciolo Parra y Olmedo. Rector Heroico.

Lic. José Mejías Lobo

Hoy se conmemoran 109 años del fallecimiento del Dr. Caracciolo Parra y Olmedo acontecido en la ciudad de Mérida el 6 de febrero de 1908. Este esclarecido catedrático dirigió  la Universidad de Los Andes en dos períodos rectorales que comprenden desde 1863 a 1866 y 1887 a 1900. Por su gallarda y valiente labor ha merecido el reconocimiento de ser llamado “El Rector Heroico”. Durante su segunda gestión rectoral, signada por un estado de deterioro general de la Universidad y un enrevesado ambiente político, le correspondió la ingente tarea de reconstruir la planta física del viejo edificio, impulsar el desarrollo académico y científico y proponer la autonomía de la universidad, legado esencial para la pervivencia de nuestra Alma Mater.

El Dr. Caracciolo Parra y Olmedo era oriundo de Trujillo. Desde muy joven se traslada a Mérida para continuar sus estudios en el Colegio Seminario de San Buenaventura. En 1837 se gradúa de Bachiller en Filosofía y en 1841 en Jurisprudencia Civil en la Universidad de Mérida. Obtuvo la Licenciatura en Derecho Civil y el Doctorado en Ciencias políticas. En la Universidad Central de Caracas recibe en 1843 los títulos de Licenciado y Doctor en Derecho Civil. Se incorpora a la Universidad de Los Andes el 14 de septiembre de 1844. El 21 de agosto del mismo año fue nombrado catedrático propietario de las asignaturas de Legislación Universal, Civil y Criminal y Economía Política. El 14 de diciembre de 1846 la Facultad de Ciencias Políticas lo nombró Secretario de la Universidad. El 11 de diciembre de 1849 la misma Facultad lo designó como Presidente. El 20 de diciembre de 1849 fue designado como primer vocal de la Junta de Inspección y Gobierno. El 20 de diciembre de 1855 el Cuerpo Electoral lo eligió Vicerrector de la Universidad. El 15 de marzo de 1859 el Gobierno Nacional lo nombró directamente profesor de Economía Política. El 10 de junio de 1862 el Ejecutivo lo eligió catedrático de Legislación y Economía Política. El 28 de junio de 1863 la Junta de Inspección y Gobierno le expidió el título de Catedrático Benemérito. El 9 de julio de 1865 se le dio el título de Catedrático Jubilado y el 11 de julio la Junta de Inspección y Gobierno lo reeligió catedrático de Legislación y Economía Política. El 20 de diciembre de 1866 fue elegido nuevamente como primer vocal de la Junta de Inspección y Gobierno. El 30 de marzo de 1867 la Junta de Inspección y Gobierno y la Facultad de Ciencias Políticas lo nombraron Catedrático Propietario de la asignatura de Derecho Público.

Durante su última gestión no sólo prestó sus servicios en el ramo de la enseñanza con el interés, la constancia y el fervor que lo caracterizaban sino también desplegó notable actividad en la conservación del Edificio en el cual construyó el gran Salón para los actos oficiales de la Universidad. En la fachada levantó una sublime torre para el observatorio astronómico y la colocación del reloj de la Universidad. Creó una oficina de meteorología, dotó con gran número de aparatos los gabinetes de Física y Química, dispuso la nueva organización de la Biblioteca, creó el Museo y el Jardín Botánico y fundó el Anuario de la Universidad, que vinculó a la Institución con 90 universidades del extranjero.

Además de su labor como académico el Dr. Caracciolo Parra y Olmedo tomó parte en importantes funciones de la administración pública. Fue Prefecto General del Departamento de Mérida, Diputado Principal a la Asamblea Constituyente del estado Mérida, Jefe Municipal y Juez Superior de este estado, Miembro del Concejo Municipal, Secretario de la Legislatura, Presidente de la Corte Suprema del estado y Diputado a la Asamblea Constituyente del Gran Estado Los Andes.

En 1965, el insigne historiador de la Universidad de Los Andes Don Eloi Chalbaud Cardona, escribe una admirable obra titulada “El Rector Heroico” en la que expone sagazmente la trayectoria de este incansable catedrático que logró como Rector cambios importantes en la Universidad expresados a través del cultivo y desarrollo de la ciencia, en la concepción y proyección de la educación superior, en el cultivo de las ciencias naturales y de su vinculación con el entorno social y ambiental. También dio un estímulo renovador a la actitud de sus profesores y estudiantes con la vigencia de un mayor sentido de pertinencia y el impulso de la autonomía universitaria.