Un importante sitial en el regreso de la Universidad de Los Andes a los Juegos Venezolanos de Institutos de Educación Universitaria (Juvineu) y la consolidación de un buen equipo de trabajo para poder solventar las diferentes situaciones en la atención del atleta estudiante, han sido los elementos más destacados para la institución andina en el evento deportivo celebrado en Barquisimeto, entre el 27 de noviembre y 7 diciembre.
El profesor Ramón Zambrano, Director de Deportes de la ULA, hizo un balance de lo acontecido durante estas competiciones y valoró la organización interna que tuvo que encargarse de gestionar la alimentación, la entrega de la comida y la coordinación del transporte, además del servicio médico y comunicacional, que sirvieron de apoyo para que los atletas de la institución lograsen un cuarto lugar de los juegos nacionales universitarios.
Con un total de 271 puntos, producto de cuatro campeonatos en fútbol sala femenino, voleibol de arena femenino, ajedrez masculino y tenis de mesa femenino, la ULA llegó a este importante lugar del todo evento universitario, cuya sede fue la Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco (Uptaeb). A pesar de tantas limitaciones, internas y externas, la universidad también se destacó con resultados positivos.
De igual manera, en el evento la ULA sumó con los subcampeonatos en fútbol campo masculino y ajedrez femenino. En los deportes de combate se destacan terceros puestos en tae kwon do femenino, karate do femenino, esgrima femenino, así como el fútbol sala masculino y el atletismo femenino, que le dieron puntos a la institución. En otras disciplinas como natación, lucha olímpica, judo masculino y femenino, ciclismo femenino, fútbol campo femenino, esgrima masculino, voleibol de cancha femenino, baloncesto femenino, también se consiguieron valiosos puntos para llegar a un digno cuarto puesto, a 18 unidades del tercer lugar del todo evento, la Universidad Deportiva del Sur (UDS).
“Esto nos hace sentir muy orgullosos que toda nuestra delegación haya dado la cara y dejado bien en alto a la Universidad de Los Andes. Y a lo interno, felicito a toda esta gente que participó en la coordinación de las diferentes áreas para que se cumplieran los objetivos deportivos ulandinos. Siento que debo reconocer el trabajo de cada uno de los miembros que nos acompañó, entre ellos, la gente de apoyo logístico, de la unidad médica de nuestra Dirección de Deportes, de Bomberos ULA, la Dirección de Medios y Oficina de Prensa ULA, así como personal de la Oficina de Transporte, quienes dieron un valioso aporte a este arduo trabajo”, señaló el profesor Zambrano.
Destacó también que la ULA quedó detrás de una institución autónoma como la Universidad de Carabobo (UC), de la Uptaeb y la UDS, estas dos últimas en las que se observa que un alto porcentaje de la matrícula de sus atletas no hacen vida en las mismas universidades o no conocen la ubicación de las mismas y de sus salones de clases.
“Este cuarto lugar, en realidad para nosotros es un segundo puesto, que nos motiva para reactivar el deporte de alto rendimiento de la Universidad de Los Andes, que tenía cinco años sin participar en Juvineu, en una ausencia obligada por el sistema competitivo en el 2014. Creo que tenemos la base para unos próximos juegos nacionales universitarios y esperamos que nuestros entrenadores hagan una reflexión y los ajustes necesarios para que volvamos a estar en el podio de los Juvineu”.
Balance negativo en la organización deportiva
En lo que respecta a la organización de los juegos universitarios, el Director de Deportes de la ULA expresó su preocupación por el balance negativo, puesto que afectó de manera considerable el desarrollo del evento. Un ejemplo de ello fue la alimentación, la cual se concentró en un solo punto el sitio dedicado para alimentar a casi siete mil atletas, lo que generó un gran caos para el debido descanso, horario de competencia y la satisfacción de los atletas estudiantes.
Por otro lado, se encuentra la uniformidad, que no obtiene muy buena calificación, porque los responsables de la dotación de uniformes desconocieron que cada una de las universidades preserva sus colores institucionales, siglas y escudos, los cuales se deben respetar. Además, en lo que correspondió la segunda avanzada de competencias, los atletas de este grupo no recibieron su calzado deportivo y quedaron pendientes algunos uniformes de presentación que produjo malestar y protestas por los atletas estudiantes que participaron en los Juvineu 2017.
Espera Zambrano que en los próximos encuentros con la Federación Venezolana Deportiva de Educación Universitaria (Fevedeu), se analicen estos problemas y se hagan las correcciones necesarias para que tales experiencias negativas no vuelvan a repetirse y afecten de gran manera a los atletas de alto rendimiento que hacen vida en las universidades venezolanas. (José Ramón Dávila. CNP 10.692 / Prensa ULA)